Visita al castillo de Canena (Jaén)

Andrés de Vandelvira realizó varias construcciones en la provincia de Jaén siguiendo los pasos de su padre, Pedro. Realizó muchas obras importantes en Úbeda  como la capilla del Salvador, en Baeza una capilla en el convento de San Francisco y la catedral de Jaén iniciada por su padre.

Canena es un pequeño pueblo de Jaén, a pocos kilómetros de Úbeda y Baeza y que tiene otra joyita de Vandelvira, un castillo.



La planta es de castillo, construido sobre un asentamiento musulmán, y reconstruido en palacio. Es privado y habitado y lo puedes visitar todos los lunes de 16 a 19 horas. Si estás interesado es mejor llamar por teléfono antes porque el horario podría variar. La visita es guiada y la entrada gratuita.

Construido en el siglo XVI y de estilo renacentista tiene planta cuadrangular y una torre circular en cada esquina.
Lo mandó construir Francisco de los Cobos, secretario del emperador Carlos V, después de comprar la villa de Canena con la intención de formar un señorío junto a otros pueblos de la zona.
A su muerte lo regentó su esposa y al no tener descendencia lo heredó su familia, los Camarasa. Después fue heredado otra vez, vendido, abandonado y adquirido por el pueblo que lo utilizaba para celebraciones, albergar jornaleros o para hospedar a soldados en la Guerra Civil a su paso por Canena. Por suerte fue vendido otra vez y reconstruido. Y así de bonito lo podemos ver ahora.

Mirando la fachada principal te das cuenta de que está construido pensando en castillos de otra época. Por ejemplo: tiene un puente levadizo con sus ranuras para las cadenas cuando al parecer el foso siempre ha estado seco y es muy pequeño. Y en las torres, que son bajitas, hay arpilleras a la altura de nuestra cabeza.




Encima de la puerta vemos el escudo de la familia  escoltado por dos sirenas a modo de tenantes.

Ya en el interior nos recibe una gran mesa de mármol, una gran lámpara, un púlpito... Una colección de antigüedades adquiridas por los nuevos dueños. Desde el recibidor puedes ver a través de una puerta de cristal un oratorio.





Al otro lado, un salón donde reciben actualmente a invitados y puedes pasar a un bonito patio renacentista con doble galería y una fuente en el centro. Allí hay colgados muchos trofeos de caza y hasta un leopardo embalsamado. La guía es del pueblo y nos contó que ella siempre los había conocido ahí puestos, así que sería de algún dueño anterior.



Entrada a la vivienda desde el patio

De allí puedes salir a varias terrazas con buenas vistas sobre el pueblo. También allí está el cuarto de la lavandería.  Mi hija mayor me dijo con asombro: ¡Mamá, ahí hay ropa tendida!. Yo les había dicho que el castillo estaba habitado, pero creo que ellas no se hacían la idea. Para ellas los únicos que viven en castillos son los reyes y príncipes de los cuentos.






Y poco más os puedo contar. Eso es lo único que pudimos ver. Al ser privado el resto de estancias están cerradas.
Cómo acabamos pronto, fuimos una calle más abajo a ver un museo recomendado por la guía pensando que era de cosas del castillo. Pero no, era el museo de las telecomunicaciones. Han reunido la tele operadora del pueblo, el primer teléfono de Canena, móviles antiguos y actuales y los carteles de Telefónica. Toda la historia del teléfono en el pueblo. Muy curioso.

Antigua centralita


Primer teléfono de Canena





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