Bosque encantado de las Higueras
¿Alguna vez habéis visto un lugar por televisión y habéis ido hasta allí? Nosotros sí lo hemos hecho varias veces y la última era en nuestra provincia.
Decidimos ir hasta Pozo Alcón (Jaén), a buscar el nacimiento de un río cubierto de higueras. Lo magico era que las ramas formaban una cueva por la que paseabas, un recorrido corto pero muy entretenido.
Una vez en el pueblo lo difícil fue encontrar el camino. Nosotros preguntamos a un hombre y no sabía de lo que le hablábamos. Después preguntamos en la oficina de turismo que nos encaminaron bien pero no nos especificaron bien la calle en la que teníamos que desviarnos. Elegimos uno y no era el camino correcto. Y así unos interminables cuarenta minutos.
Cuando conseguimos llegar aparcamos el coche gracias a que otro se iba. Creo que los de Pozo Alcón quieren guardarse este lugar en secreto, sólo para ellos, porque allí había muchisima gente.
Impacientes nos adentramos entre las higueras, todas muy juntas y formando un techo por sus ramas enredadas. A un lado, el que pegaba a la montaña, salía muchísima agua. Os recomiendo que si vais, os llevéis calzado que pueda mojarse porque hay zonas con pasarelas y otras que no las tienen y tienes que pasar para seguir con el recorrido.
He de decir que se está muy fresquito y el agua está congelada. El olor a higos es irresistible.
Una vez fuera fuimos a probar la zona de baño. El río bajaba con mucha fuerza pero con cuidado y según que zonas no tuvimos problema.
Hay una parte más llana muy buena para la pesca. Y allí comimos nosotros, en una caseta junto al río.
Para hacer una excursión de un día esta muy bien. Para ir en fin de semana hay que llegar pronto si quieres coger un sitio en la zona del merendero, estaba lleno. Cómo os hemos dicho varias ocasiones, nos gusta el turismo de interior y esperamos seguir descubriendo rincones con tanto encantó cómo este.
Decidimos ir hasta Pozo Alcón (Jaén), a buscar el nacimiento de un río cubierto de higueras. Lo magico era que las ramas formaban una cueva por la que paseabas, un recorrido corto pero muy entretenido.
Una vez en el pueblo lo difícil fue encontrar el camino. Nosotros preguntamos a un hombre y no sabía de lo que le hablábamos. Después preguntamos en la oficina de turismo que nos encaminaron bien pero no nos especificaron bien la calle en la que teníamos que desviarnos. Elegimos uno y no era el camino correcto. Y así unos interminables cuarenta minutos.
Cuando conseguimos llegar aparcamos el coche gracias a que otro se iba. Creo que los de Pozo Alcón quieren guardarse este lugar en secreto, sólo para ellos, porque allí había muchisima gente.
Una vez pasas por esta entrada ( la de la foto), llegas a una pequeña explanada donde hay un merendero con varias mesas. De allí sale un camino hacia la cueva y otro para ver el nacimiento del rio Peana.
Impacientes nos adentramos entre las higueras, todas muy juntas y formando un techo por sus ramas enredadas. A un lado, el que pegaba a la montaña, salía muchísima agua. Os recomiendo que si vais, os llevéis calzado que pueda mojarse porque hay zonas con pasarelas y otras que no las tienen y tienes que pasar para seguir con el recorrido.
He de decir que se está muy fresquito y el agua está congelada. El olor a higos es irresistible.
Una vez fuera fuimos a probar la zona de baño. El río bajaba con mucha fuerza pero con cuidado y según que zonas no tuvimos problema.
Hay una parte más llana muy buena para la pesca. Y allí comimos nosotros, en una caseta junto al río.
Comimos debajo del árbol |
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