Mengíbar: cortejo fúnebre de Isabel la Católica


Por segundo mes consecutivo nos metemos en la historia de España para recrear un momento histórico en la provincia de Jaén: el paso por Mengíbar del cortejo fúnebre de Isabel I de Castilla.

En el año 2004 hicieron la primera recreación para conmemorar el quinto centenario de su muerte. Aquel año contaron con la colaboración de 400 jóvenes componentes de la Ruta Quetzal, dirigida por Miguel de la Cuadra Salcedo. Este año, dado el interés que creó, se ha celebrado la XIII edición, y allí hemos estado nosotros para verlo.

Isabel la Católica moría el 26 de noviembre de 1504 en Medina del Campo, Valladolid. Pero fue el 17 de diciembre cuando su cuerpo recibió sepultura en Granada, deseo que ella dejó plasmado en su testamento.
Se puso en marcha un cortejo fúnebre de doscientas personas de la corte, duró poco más de veinte días y estuvo marcado por fuertes temporales de lluvias. Durante el camino tuvieron que tapar el féretro con pieles de animales y en Mengíbar superaron la crecida del río que bajaba con fuerza y se cobijaron esa noche en la iglesia de San Pedro Apóstol. 

Para celebrarlo, Mengíbar organiza, entre otros actos, un mercado renacentista que va desde la calle Real hasta la plaza de la Constitución. Todo está engalanado para recibirlo, procedente del Paso de la Barca, lugar donde empieza la recreación. 




El cortejo utiliza una balsa para cruzar el cuerpo de la reina por el río Guadalquivir para después entrar en la Villa. Allí la esperan las máximas autoridades de Jaén. Llegan primero dos caballeros anunciando la llegada y leyendo una carta del Rey en la que pide que reciban a la Reina que está próxima a llegar.


Seguido un grupo de soldados a caballo y una banda de tambores anuncia la llegada del féretro que portan los guardas de la corte. 




Detrás un obispo, frailes, damas y caballeros de la corte, todos alumbrando el camino con antorchas. Les sigue el carro de los víveres tirado por un burro detrás, con su baúl y su olla colgando.
Para finalizar, dos filas de personas vestidas con ropas de la época representan cómo el pueblo de Mengíbar acompañó a la reina.






Pasan por el mercado renacentista, todos estamos en silencio, y llegan a la plaza de la Constitución donde finaliza.
 Esa noche se organiza una cena medieval amenizada con música de la época en esta plaza, rodeado de la Torre de Mengíbar, el Ayuntamiento casas con bonitas fachadas.


Ayuntamiento y Torre de Mengíbar


Nosotros fuimos el sábado por la tarde pero tienen actividades todo el fin de semana. Elegimos un lugar bonito para verlo pero muy oscuro para hacer fotos con el móvil. Pero bueno, creo que os podéis hacer una idea. Y si no, el próximo año os acercáis a verlo, ¿no? Merece la pena el esfuerzo de los mengibareños.

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