Viaje a Budapest (Día 1 y 2)




Nuestro viaje a Budapest fue pensado de un día para otro. Fue en Octubre de 2012 y nuestra primera salida a Europa más allá del sur de Francia. Los vuelos eran baratos y el hotel también, así que no nos lo pensamos.
Volamos con Rayaner, los únicos que hacían vuelos directos.

"¿Budapest? ¿Por qué Budapest?". Esto fue lo que me dijo una compañera de trabajo a la que le encanta viajar. Y yo le contesté: "El Parlamento y el río parecen bonitos en las fotos que he visto".
A mi me gustó esta ciudad, ¿por qué tener que visitar primero París, Londres o Roma? Budapest tiene buenas razones para ser la primera.

Día 1
Salimos de casa a media mañana hacia Madrid. Tardamos tres horas hasta que encontramos el parking de larga estancia. Dejamos el coche y nos llevaron al aeropuerto.
Otras tres horas de avión y aterrizábamos en Budapest lloviendo y de noche. Al llegar cambiamos algo de dinero ( 1€ son 310 florines ). No teníamos ganas de buscar autobuses ni callejear así que cogimos un taxi que por 20 euros nos dejó en la puerta del hotel. Hacía frío y las calles estaban desiertas. Salimos a cenar a un McDonalds de la calle de al lado y después a dormir. El día siguiente lo planeamos completo de visitas.

Día 2
Amanecía chispeando, pero no fue impedimento para salir y conocer la ciudad. Ya habíamos visto el tiempo antes del viaje , así que sacamos nuestros paraguas plegables y a la calle. Lo primero fue desayunar y luego fuimos dirección al río para ir a Buda. La primera impresión fue de sorpresa al ver el famoso Danubio. Estábamos en el Puente de Isabel o Sissi y recorrimos toda la rivera del río, encontrándonos con la princesita, hasta llegar al Puente de las Cadenas. El río bajaba con bastante caudal e impresionaba cruzarlo.


Tranvía


Puente de las Cadenas subiendo por el funicular

Subimos hasta el castillo con el funicular pagando unos 5 € cada uno con vuelta incluida. Puedes también hacerlo andando, pero con el día que hacía no nos apetecía andar tanto ya que la lluvia apretaba un poco más.  Paseamos por el recinto del castillo, nos tomamos algo bajo las lonas de un puestecillo que había y continuamos hacia el Bastión de los Pescadores.

Fachada del castillo

Vista del Parlamento desde el Bastión



Desde allí las vistas del río y Pest eran impresionantes. Es un mirador del año 1900 con siete torres que representan las siete tribus que fundaron la ciudad. Allí también vimos la estatua de bronce de Esteban I de Hungría que fue el primer rey del país en el año 1000.
 Antes de llegar te encuentras con la Iglesia de Matías, la iglesia católica más famosa de Budapest del s. XIII donde coronaban a los reyes húngaros y que llama la atención por su adornado y colorido tejado.



Paseamos por las antiguas calles adoquinadas y admiramos la diferente arquitectura de las casas y sus bonitas puertas de madera.




 Algunas eran negocios como restaurantes y tenían elegantes adornos de Halloween, aunque faltaran dos semanas para celebrarlo. Antes de volver a Pest comimos en una especie de cafetería unos bocadillos de salami húngaro. También aprovechamos para ir al baño y me sorprendió ver a una señora en la puerta de los servicios a la que tenias que darle algo de dinero al salir. La última vez que vi a alguien vigilar los baños fue en Madrid cuando era pequeña. Bueno, pues  que sepáis que allí siguen existiendo.

Fachada dañada en la SGM

Al volver a salir a la calle nos dimos cuenta de lo dañados que estaban los antiguos edificios por la  Segunda Guerra Mundial. Algunos tenían agujeros en los que podías meter el puño.
Volvimos a cruzar el río y buscamos los Zapatos del Danubio, lo que nos costó un poco porque, como en casi todos los sitios que habíamos visitado, no había gente. Era raro, siempre que vas a ver algo lo encuentras porque hay muchos turistas. Los zapatos son esculturas en bronce que representan zapatos y botas que les quitaban a los judios antes de ser fusilados y tirados al río.



Buscamos un sitio para tomar café y dimos con un bar de estudiantes, o eso nos pareció ya que estaba lleno de gente joven con mochilas y carpetas. Nos sentamos, no lo dudamos al ver la variedad de tartas que tenían. Me pedí la tarta sacher, buenísima.



Seguimos hasta la basílica de San Esteban que es el edificio religioso más grande del país y junto con el Parlamento son los más altos. Su construcción duró 54 años acabando en 1905 y es de estilo neoclásico. La entrada cuesta unos 2 €. Subimos al mirador de la cúpula que tenía buenas vistas aunque no tan buenas como el Bastión. Se sube en ascensor o andando (364 escalones). La entrada vale 2 € y es aparte de la de la basílica. Nos llamó la atención la puerta de madera con la cara de los doce apóstoles gravadas.  Como curiosidad: en la basílica se conserva la mano derecha del rey Esteban I ( otro euro más).


Desde el mirador


Cúpula

Puerta principal

Seguimos por la calle Váci Utca, la peatonal más importante de Budapest, donde encuentras cadenas de tiendas como Zara. Nosotros encontramos un mercadillo con puestecitos de comida, souvenirs y productos artesanales. Esto si estaba lleno de gente y nosotros aprovechamos para cenar unas salchichas, rápido porque aunque había dejado de llover, hacía mucho frío.



Al llegar al hotel le preguntamos a la recepcionista cómo podíamos ver el Parlamento. Nos dijo que había que pedir cita online y que ella lo haría por nosotros.
Lo llevamos todo muy planeado menos eso.

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