Arroyo Frío: Vacaciones en la sierra



Arroyo Frío desde el mirador

¡Uff! ¡Que calor! ¿Te agobia pensar en vacaciones en una playa llena de gente? Te propongo Arroyo Frío, una pedanía de La Iruela, en la Sierra de Cazorla (Jaén). Desde allí podrás hacer infinidad de rutas de senderismo adentrándote en la sierra o practicar otros deportes de riesgo por la mañana, y salir a cenar a uno de sus bares y restaurantes de la calle principal, para acabar en la terraza de algún pub. Para alojarte no tendrás problema porque hay infinidad de apartamentos, casas rurales y algún hotel.También puedes hacer rutas a caballo, montar en pony, subir a un trenecito, montar en buggy, bañarte en el río o dar de comer a los jabalíes. Sí, sí, jabalíes. Podrás darles de comer, están acostumbrados a tener admiradores.

Os cuento nuestro fin de semana.
Entramos a la sierra por Úbeda y pasamos por Cazorla y La Iruela. En esta carretera hay que conducir con cuidado, es estrecha y con muchas curvas y puedes encontrarte ciervos, como nos pasó a nosotros. Paramos en el mirador Puerto de las Palomas para ver el pueblo desde arriba. Llegamos en unos quince minutos.


 Contratamos un apartamento en un residencial con piscina. Adivina que es lo primero que hicimos. Cuando vamos en invierno cogemos una casa con chimenea que es más acogedora. Por la tarde llevamos a las niñas a un par de parques infantiles y dimos un paseo. La calle principal parecía la de un pueblo de la costa, mucha gente caminando y los bares llenos. Paramos a tomar algo y nos fuimos a ver los jabalíes que bajan al pueblo a comer lo que le echan de comer los restaurantes. 


Calle principal

El día siguiente lo tomamos de relax todo el día en la piscina. Por la tarde hicimos la ruta de La Cerrada de Utrero y acabamos en un restaurante de comida italiana. Si no fuera por lo cansados que estábamos y la buena pinta que tenían los platos, nos hubiésemos ido, ya que esperamos una hora y veinte a que nos sirvieran. Y volvimos a darle de comer a los jabalíes, pero esta vez al lado del apartamento.


El dueño del apartamento nos dejó quedarnos hasta la tarde, por lo que aprovechamos para visitar la Torre del Vinagre que es un centro de interpretación y museo cinegético que hay a pocos kilómetros.

Torre del Vinagre



Como os digo, fueron unos días de relax. Quedaron muchas cosas por hacer, pero así tenemos excusa para volver.

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